2018-2019
- Con diagnóstico de «últimas horas de vida» podemos pautar escopolamina (u otros anticolinérgicos) para los ruidos respiratorios (estertores agónicos)
- Ante un caso de síndrome confusional agudo o delirium, los fármacos de primera elección para el control de la agitación son los antipsicóticos. Las benzodiacepinas NO están indicadas puesto que emporan la confusión.
- El midazolam es el fármaco más utilizado en sedación.
2017-2018
- La morfina es el tratamiento de elección para el dolor y la disnea de los pacientes en fase de final de vida. Se prefiere asegurar que aliviamos esos síntomas a expensas que pueda provocar cierta depresión respiratoria. El confort del paciente es lo más importante.
- Ante un dolor basal mal controlado con crisis de dolor irruptivo que recibe tratamiento analgésico de primer escalón (Ibuprofeno) y segundo escalón (Tramadol) lo que hay que hacer es subir el escalón de la analgesia e iniciar analgesia de larga duración para el dolor basal y medicación de corta duración para el dolor irruptivo. En este cambio de escalón, podemos mantener la analgesia de primer escalón, pero no podemos combinar analgésicos del segundo con tercer escalón. Por lo tanto, debemos suspender tramadol, mantener ibuprofeno e iniciar un opioide mayor como morfina y oxicodona, y a la vez tratamiento para el dolor irruptivo con fentanilo sublingual.
2015-2016
- Los mórficos no tienen techo.
- El tratamiento paliativo en pacientes en situación terminal se debe administrar tanto si presenta síntomas físicos como si lo solicita por motivos existenciales.
2013-2014
- Con morfina se puede conseguir que un paciente terminal no esté disneico. El paciente estará más confortable, no le vas a alargar la vida, pero recuerda que es terminal. Por eso a veces debemos subir la dosis de morfina.