El hombro es una articulación muy inestable. Se trata de una articulación de tipo enartrosis, como la cadera, pero en este caso el húmero es muy pequeño con respecto a la cavidad glenoidea, por lo que la estabilidad se basa en el rodete fibroso (labrum) y en una serie de ligamentos.
La luxación más frecuente de la cintura escapular es la escapulo-humeral, que es la salida de la cabeza del humero de la glena (cavidad articular de la escapula).
Vemos dos tipos de lesiones en las luxaciones escapulares:
- Lesión de Bankart: cuando se sale la cabeza del húmero porquehay alguna brecha en la articulación, (de otra forma seria imposible), desinsertando el rodete, la cápsula y el periostio. Esta lesión la podemos ver en una RMN.
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Lesión de Hill-Sachs: A veces la cabeza no se sale completamente, sino que se queda enganchada por la cavidad glenoidea, que “le da un hachazo” a la cabeza del humero.
Ambas lesiones se estudian con RMN, pues el TC no es demasiado útil.
Diagnóstico
La luxación escapulo-humeral produce mucho dolor, el brazo se queda totalmente inmóvil,signo de la charretera (los hombros se asemejan a unas hombreras), debido a que se ha salido la cabeza del húmero, el deltoides se mete hacia dentro y queda expuesto el acromion, perdiendo así el aspecto redondeado del hombro; además podemos meter el dedo y vemos una vacuidad. Hay distintas posiciones de luxación de hombro (anterior, posterior, inferiores, superiores, erecta…), pero hay que quedarse con que la más frecuente es la anteroinferior.
No tenemos que explorar mucho la movilidad porque es muy dolorosa.Con una radiografía simple es suficiente, excepto en las luxaciones posteriores, donde la cabeza del humero no se luxa del todo por detrás y en la radiografía se ve como si estuviera normal, en estos casos se hace una RMN o un TC.
Tratamiento
El tratamiento de elección es la reducción ortopédica, a la mayor brevedad posible. Si se reduce en situaciones agudas, debemos tener cuidado porque el dolor puede provocar shock y dificultad respiratoria. Con ayuda de otra persona, que sujeta al paciente el tórax y lo tranquiliza, el traumatólogo va a ir traccionando en una ligera abducción y comprimiendo el brazo hacia arriba.
Si el paciente es musculoso y no se puede o ha pasado algún tiempo desde la lesión, no se reduce y se traslada a quirófano para realizar el proceso con anestesia. Hay que intentar reducir con suavidad y no forzar en ningún momento porque podemos producirle una fractura o una lesión del plexo braquial.
Debemos mandar al paciente siempre al traumatólogo, ya que las luxaciones recidivantes, son muy problemáticas y limitantes, siendo su tratamiento suele ser quirúrgico: artroscopia, reinsertando el rodete fibroso y atornillando.